La endometriosis es una enfermedad ginecológica crónica, benigna y debilitante, de causa multifactorial (existen diversas teorías al respecto) caracterizada por la presencia de tejido similar al endometrial fuera de la cavidad uterina (ovarios, vejiga, recto, peritoneo o intestino) e incluso en otras áreas bastante alejadas como pulmón, nariz o cerebro. Se han descrito casos sin explicación científica en hombres. Actualmente la endometriosis afecta aproximadamente a 178 millones de mujeres en edad reproductiva en todo el mundo.

Síntomas más frecuentes*:
- Dolor pélvico crónico
- Dismenorrea o dolor menstrual
- Dispareunia o dolor con las relaciones sexuales
- Disquecia o dolor al defecar
- Disuria o dolor al orinar
- Sangrado uterino anormal
- Fatiga crónica
- Infertilidad
* En algunas pacientes puede cursar de forma asintomática
El mejor punto de partida es una buena anamnesis y el abordaje multidisciplinar se torna imprescindible con el objetivo de paliar o disminuir la sintomatología, porque actualmente no existe un tratamiento definitivo.
Abordaje dietético-nutricional:
Determinados nutrientes pueden ayudar a reducir la sintomatología de la endometriosis (reducción de la cascada inflamatoria, niveles de prostaglandina y de estrógeno), en cambio otros pueden provocan su exacerbación.
Se recomienda incluir los siguientes alimentos/nutrientes:
- Omega 3
- Curcumina
- Extracto de jengibre
- Frutas y verduras
- Leche y derivados (concentraciones de 25 (OH) vitamina D están inversamente relacionadas con el riesgo de endometriosis)
- Vitamina E
- Vitaminas A, C y betacarotenos
- Resveratrol
Además, se recomienda evitar los siguientes alimentos/nutrientes:
- Grasas trans
- Ácido palmítico
- Elevada ingesta de carne roja
- Soja y fitoestrógenos
- Alcohol

Con respecto al pescado, no se ha encontrado correlación entre el consumo de pescado y el riesgo de desarrollar endometriosis.
Por otro lado, los estudios sobre el gluten no son concluyentes al respecto, por lo que evitar dietas altas en gluten podría repercutir en mejoras de la sintomatología (nutriente con propiedades inflamatorias).
En lo que respecta a la cafeína y sus derivados, los estudios disponibles a día de hoy son contradictorios sobre el consumo de cafeína y sus efectos en la endometriosis.
Además de lo anterior, se recomiendan las siguientes pautas:
- Toma de suplementación/nutracéuticos (cuando se precise): enzimas proteolíticas, ácido alfalipóico, Palmitoiletanolamida (PEA), etc.;
- Ejercicio físico. Valoración y diseño por un fisioterapeuta especializado en dolor crónico;
- Regulación de los ciclos circadianos;
- Yoga, técnicas de relajación, respiración y meditación: pueden ser útiles para reducir la ansiedad y las sensaciones de dolor.